Un análisis de los últimos datos de utilización de energía muestra que las emisiones de China pueden haber alcanzado su punto máximo en 2023.

El porcentaje de carbón utilizado en la producción energética de China retrocedió a un mínimo histórico del 53 % en mayo, al mismo tiempo que las fuentes de energías renovables superaban el crecimiento de la demanda de electricidad. La caída del carbón es impresionante: hace un año era del 60%, un 7% menos que se logró a expensas de una monumental inversión en energías limpias.

Esto supone un hecho fundamental, largamente puesto en duda en los últimos años. La fuerte demanda de energía que requiere sostener el crecimiento de la economía china, no obligará al gigante asiático a recurrir de modo creciente al uso de energías contaminantes.

En otras palabras, de aquí en más, el crecimiento de China se hará contaminando cada vez menos; China alcanzó el pico de sus emisiones de gases contaminantes.

Los números a los que responde este análisis se pueden resumir del siguiente modo. Mientras que la demanda de electricidad del país creció en 49 teravatios hora (TWh), (7,2% en comparación con el año anterior) la energía renovable se expandió en un récord de 78 TWh durante el mismo período.

El nuevo análisis publicado el jueves fue realizado por Lauri Myllyvirta, miembro senior del grupo de expertos Asia Society Policy Institute. Los datos muestran que la generación solar, más de la mitad de la energía limpia generada en mayo, creció en una cifra sin precedentes de 41 TWh. Además hubo una contribución especial de la energía hidroeléctrica, que se recupera de la sequía récord de 2022-2023 y aumentó en 34 TWh; comparado con estos crecimientos, la energía eólica es la cenicienta con un “modesto” aumento de 4 Twh, un crecimiento que la mayoría de los países del mundo sueñan con alcanzar.

Para hacer aún más extraordinario el dato, Myllyvirta aclara que las cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas de China el mes pasado no incluían los paneles solares en los techos domiciliarios, dejando fuera aproximadamente la mitad de la electricidad generada por energía solar en el país.

El pico en las emisiones chinas

Myllyvirta estimó que la última disminución en la generación de combustibles fósiles ha llevado a una caída del 3,6 por ciento en las emisiones de carbono del sector energético, que representa casi la mitad de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de China y es el mayor impulsor del crecimiento de sus emisiones en los últimos años.

El analista concluye que la reversión de las emisiones del sector permite asumir que las emisiones del país pueden haber alcanzado su punto máximo en 2023: “Si continúa el rápido despliegue actual de energía eólica y solar, es probable que la producción de dióxido de carbono de China siga cayendo, lo que convertirá a 2023 en el año pico de emisiones del país”, afirmó.

Liderazgo mundial

El mismo día que Myllyvirta publicó su análisis, una investigación de la organización no gubernamental estadounidense Global Energy Monitor (GEM) mostró que China alberga casi dos tercios de las nuevas plantas eólicas y solares en construcción del mundo. O sea, todos los proyectos del resto del mundo son apenas un tercio de la expansión China.

Lo cierto es que China fue muy criticada cuando desistió de firmar el compromiso de la COP28 para triplicar la capacidad renovable para 2030. Ahora GEM señala que el objetivo se alcanzará aun “sin más energía hidroeléctrica”.