Si se reemplazase el 20% del consumo mundial de carne vacuna con proteínas microbianas, podría reducirse a la mitad la destrucción de los bosques del planeta durante las próximas tres décadas, según un análisis publicado en la revista Nature en la primera semana de mayo.

La medida también reduciría a la mitad las emisiones del sistema alimentario mundial, al reducir la tala de árboles y las emisiones de metano del ganado. Estudios anteriores han encontrado que las alternativas a la carne tienen una huella ambiental más baja, pero este último análisis es el primero en evaluar qué impacto podría tener una estrategia de reemplazo a escala mundial.

La deforestación no solo tiene impacto directo sobre la fijación de carbono y el calentamiento sino que también devasta la vida silvestre. A pesar de todo lo que se sabe está resultando muy difícil de detener. Frente a este panorma, los expertos insisten con que la mejor manera es reducir la demanda de los productos que provocan la destrucción de los bosques y reemplazarlos con alternativas más ecológicas.

¿Qué son las Proteínas Microbianas?

Las proteínas microbianas se elabora en biorreactores a temperatura controlada, como la cerveza o las levaduras, con hongos y otros microbios que son alimentados principalmente con azúcar. El producto resultante, rico en proteínas, esta siendo elaborado en presentaciones que tienen sabor y textura de carne y son equivalentes en términos nutricionales.

Quorn es una de las alternativas que ya está presente en Inglaterra y una veintena de países más. Ofrecen una variedad de presentaciones como hamburguesas, albóndigas y salchichas, en muchos casos en formulaciones veganas que por lo general tienen el beneficio agregado de una alta proporción de fibra.

¿Cruzaremos la frontera de la carne "real" a la microbiana? He aquí una cazuela de salchichas microbianas. Imagen: quorn.co.uk
¿Cruzaremos la frontera de la carne "real" a la microbiana? He aquí una cazuela de salchichas microbianas. Imagen: quorn.co.uk

Si la elección fuera, por ejemplo, comer salchichas, la tienda on line ofrece el paquete de 8 salchichas a razón de unos 5.5 dólares por kilo, es decir algo menos que 650 pesos a la cotización de hoy. Parece un precio accesible para comer saludablemente mientras se reduce la contaminación del planeta.

Las ventajas para el ambiente

Hoy en día, el 83 % de las tierras agrícolas del mundo se utiliza para el ganado y los cultivos forrajeros con que se lo alimenta, pero la carne y los productos lácteos producidos representan apenas el 18 % de las calorías consumidas por los seres humanos. 
O sea, la producción de carne, en promedio mundial, tiene una producción de calorías por hectárea unas 22 veces menor que los demás productos agrícolas.

La producción de carne de rumiantes, principalmente de res, pero también de cordero y cabra, se ha más que duplicado desde 1961, pero una serie de estudios han demostrado que el consumo de carne en las naciones ricas debe disminuir drásticamente para lograr una reducción significativa en la crisis climática.

"El sistema alimentario está en la raíz de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, siendo la producción de carne de rumiantes la fuente más grande", dijo el Dr. Florian Humpenöder, investigador del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) en Alemania, quien dirigió el estudio. “La buena noticia es que las personas no deben tener miedo de estar obligadas a comer solo verduras en el futuro. Podrán seguir comiendo hamburguesas y cosas por el estilo, solo que esas hamburguesas se producirán de una manera diferente”.

La investigación se centró en la carne microbiana, ya que se viene produciendo a escala industrial desde hace 20 años y ya está disponible en diferentes mercados, dijo la Dra. Isabelle Weindl, también de PIK. "Incluso teniendo en cuenta el azúcar que se utiliza como materia prima, la proteína microbiana requiere mucho menos tierra agrícola en comparación con la carne de rumiantes".
Estudios anteriores han demostrado que la calidad de la proteína de la carne microbiana es equivalente a la de la carne vacuna, pero requiere un 90 % menos de tierra y agua y produce un 80 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero.

El estudio utilizó modelos informáticos que incluían proyecciones intermedias de factores socioeconómicos como el aumento de la demanda de carne vacuna, el crecimiento de la población mundial, el aumento de los ingresos y los cambios en el comercio internacional.

El resultado más notable de la aplicación de estos modelos es la predicción de una reducción del 56 % en la deforestación (78 millones de hectáreas) si se sustituyese una quinta parte de la carne vacuna por proteínas microbianas, con especial impacto en América Latina y en África subsahariana. Adicionalmente, habría una contribución proporcional en la reducción de emisiones de metano, dado que el ganado vacuno es una de las dos mayores fuentes de estas emisiones.

La principal suposición del trabajo es que el consumo de proteínas microbianas puede expandirse sin restricciones en la aceptación de los consumidores, una hipótesis que está por verificarse. ¿O alguien imagina un futuro en que surjan leyes que hagan obligatorio el consumo de fuentes alternativas de proteínas?