Deforestación y extinción de especies no son sinónimos, pero van de la mano en cualquier lugar del mundo. Por eso no sorprende un nuevo informe señalando que una de cada seis especies de los árboles nativos de Estados Unidos está a punto de extinguirse.

En ese contexto, apenas ocho especies de árboles están reconocidas por el estado como en peligro o amenazadas. Y 17 especies en riesgo no se conservan en ningún jardín botánico o colección científica: si mueren en la naturaleza, estos árboles desaparecerán para siempre.
La lista amenazada incluye altísimas secuoyas costeras, castaños americanos de gran capacidad, elegantes fresnos negros y nudosos pinos de corteza blanca.

Un bomberode los Parques Nacionales de Sequoia y Kings Canyon inspecciona una de las secoyas quemadas de Redwood Mountain Grove. Imagen: The Washington Post / Gary Kazanjian


“Es fácil sentir esa tristeza y fatalidad porque… el alcance de la crisis es realmente grande en este momento”, dijo a The Washington Post Murphy Westwood, vicepresidente de ciencia y conservación en Morton Arboretum en Illinois y autor principal del estudio. “Estamos perdiendo especies incluso antes de que sean descritas”.

El reporte refuerza las conclusiones que presentaba en setiembre pasado Botanic Gardens Conservation International (BGCI): casi la mitad de las especies de árboles del mundo está en peligro de extinción.

El nuevo estudio es el primero en enumerar y evaluar la salud de las 881 especies de árboles nativas de los Estados Unidos, un logro en sí mismo, dice Westwood en la misma nota, porque la investigación de conservación rara vez se enfoca en las plantas.

Los especialistas señalan las disparidades en la “Lista Roja ” de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el inventario global del estado de conservación de las especies de todo el mundo. Por ejemplo, ese listado incluye el doble de especies de mamíferos que de plantas del orden Lamiales, que incluye fresnos, tecas y jacarandás, aunque el último grupo es casi cinco veces más grande que el primero.

Los botánicos llaman al fenómeno “ceguera de las plantas”: la tendencia a pasar por alto las plantas que nos rodean. Esto es que se dedican menos recursos a los organismos que suministran el oxígeno de la Tierra, alimentan a sus animales y almacenan el carbono. Hasta hace varios años, los científicos ni siquiera sabían cuántas especies de árboles existían (el número más ajustado hasta ahora sería 58.497).

El nuevo estudio

Después de cinco años de estudiar minuciosamente revistas científicas, revisar bases de datos académicas y entrevistar a expertos, los investigadores descubrieron que en los Estados Unidos, más de dos tercios de las especies nunca habían sido evaluadas por su riesgo de extinción. Otras no habían sido examinadas en décadas, incluso cuando nuevas enfermedades y el aumento de las temperaturas globales pusieron en peligro a sus poblaciones.

En la familia de las rosáceas, un grupo diverso que incluye rosas y manzanos, más de una cuarta parte de las especies se consideran amenazadas, en peligro o en peligro crítico. La mitad de todas las especies de fresnos están en peligro por el invasor barrenador esmeralda del fresno, un insecto verde joya cuyas larvas se alimentan del tejido vivo justo debajo de la corteza de los árboles.

Una de las plagas que avanza: el barrenador esmeralda del fresno. Imagen: forestalmaderero.com

Una enfermedad emergente conocida como "marchitez del laurel" está atacando a los tres miembros nativos del género persea, poniendo en peligro a los pequeños y fragantes árboles de hoja perenne.

Aunque los árboles han coexistido durante milenios con diversos patógenos, solo comenzaron a morir en los últimos años y por eso crece la certeza de que el calentamiento global también está afectando de modo indirecto a los árboles.
Los investigadores creen que el aumento de las tormentas severas, las fuertes inundaciones, las temperaturas extremas y las sequías prolongadas, están poniendo en desventaja a las especies arbóreas.

En América del Sur, en Argentina y en Córdoba

En nuestro país se desarrollan más de 10.000 especies de plantas, aunque muchas de ellas no son nativas. Lo cierto es que desde hace unos años se comenzó a valorizar el sentido de la vegetación autóctona pero no hay calle ni paseo en Argentina que no tenga alguna planta llegada desde otros continentes. Los ejemplos sobran: eucaliptus, sorgo de Alepo, diversos frutales y complete la lista mirando por su ventana.

En 2010 un relevamiento detallado de la Universidad Nacional del Sur, analizando exclusivamente especies endémicas, produjo una lista con 1.746 especies vegetales endémicas, de las cuales 839 (casi 49%) estaban en la categoría con uno o más factores de amenaza. Acotemos, plantas incluye todo: desde yuyitos hasta algarrobos.

Y mucho más recientemente, en el trabajo de Botanic Gardens Conservation International (BGCI) se establecía que en América del Sur hay 23.631 especies de árboles de las que por lo menos 7.047 (el 30%) están en peligro cierto de extinción.

Aunque no hay datos específicos sobre los árboles amenazados en nuestra provincia, el panorama es estremecedor y así lo refleja una nota de nuestra redacción del último junio

“La situación de pérdidas de los bosques en Córdoba ha sido más grave que en el resto del país. En el noreste de Córdoba, en tan solo 30 años, durante el período de 1969 a 1999 se deforestaron 1.199.800 hectáreas de bosques de llanura y montaña, esto equivale el 85 por ciento de los bosques existentes. En la región centro-sur, antes de la llegada del ferrocarril y del periodo de colonización a fines del siglo diecinueve, el bosque representaba unas 7.300.00 hectáreas. 
Hoy menos del 1% pueden considerarse fisonómicamente bosque. Las tasas de deforestación fueron entre las más altas reportadas para cualquier tipo de bosque del mundo”

En esas condiciones, lo más probable es que cuando se anuncien cuántas especies arbóreas están amenazadas en Córdoba, muchas no alcanzarán a figurar en la lista porque ya se habrán extinguido.