Este martes 9 de marzo el Congreso de la Nación inicia el debate por la modificación del impuesto a las Ganancias en las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Legislación del Trabajo, con sendas reuniones informativas.

El proyecto presentado por el titular de la Cámara Baja, Sergio Massa, prevé devolver tres meses de ganancias a más de un millón de trabajadores y que el aguinaldo deje de pagar tributo, entre otros cambios.

Así, se apunta a generar un alivio al bolsillo de un sector de los trabajadores en un año en el que la inflación del primer bimestre parece desafiar los pronósticos del ministro de Economía Martín Guzmán.

Según el último sondeo de Clivajes Consultores, el tema está dentro de los principales de la agenda: el informe publicado ayer por esa consultora ubica a la modificación del mínimo no imponible en Ganancias como la tercera medida más urgente: 14,4% de las menciones, por detrás del aumento de jubilaciones y salarios (casi 39%) y la vacunación masiva contra el Covid-19 (37,1%). En cuarto término dentro de esas respuestas guiadas se posiciona reformar la justicia (6,6%; gráfico arriba), otro issue que tuvo una presencia destacada en el discurso de apertura de sesiones legislativas del presidente Alberto Fernández hace una semana.

Por otro lado, en momentos en los que casi todo aparece atravesado por “la grieta”, este proyecto podría alcanzar consenso entre oficialismo y oposición.

Cuando en febrero pasado se planteó la posibilidad de elevar a $ 150 mil el mínimo no imponible para los trabajadores en relación de dependencia, la consultora Aresco sondeó el impacto en la opinión pública: detectó 82% de calificaciones positivas acumuladas, divididos entre casi 57% que calificaron a la iniciativa como “muy buena”, casi 18% que opinaron que es “buena” y 7,4% que la evaluaron como “regular-positiva”. En sentido contrario, dentro del 11,2% que la calificó de manera desfavorable casi un 5% opinó de manera “regular-negativa”, un 4,2% la evaluó como “mala” y un 2,2% como muy mala, mientras que casi 7% “no sabe” (gráfico abajo).

Ese 82% de opinión favorable supera en casi 34 puntos porcentuales el caudal del Frente de Todos (FdT) en octubre de 2019 (48,24%).

En términos de orden de magnitud, esto implica que el proyecto no sólo tiene la aprobación de los votantes oficialistas sino también de un tercio de electores que no votaron al FdT en 2019.

El cruce de las respuestas por la variable de voto anterior en el informe de Aresco lo confirma: la evaluación positiva del proyecto alcanzó el 86,2% entre aquellos que dijeron haber votado al presidente Alberto Fernández en las elecciones del 27 de octubre de 2019 y el 78,4% entre quienes eligieron a las demás opciones electorales (Mauricio Macri, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert; gráfico abajo).

Así, Ganancias se suma a la agenda pública en un momento en el que el gobierno nacional necesita una inyección de optimismo para que repunten las alicaídas expectativas económicas: según la última encuesta de Ricardo Rouvier & Asociados, el optimismo está en el piso de la serie evolutiva desde el cambio de gobierno y casi tan bajo como estaba con Mauricio Macri en octubre de 2019 (26,2%), mientras que el pesimismo se ubica cerca del pico (63,1%, gráfico abajo) que se registró cuando la gestión de Juntos por el Cambio atravesó las elecciones nacionales en las que el ex presidente resultó derrotado por Alberto Fernández.

Cuando la misma consultora mide la expectativa económica pos pandemia, detecta una tendencia descendente del optimismo (pasó de rondar el 50% entre noviembre de 2020 y enero de 2021 al 43% a fines de febrero), mientras que la perspectiva de estabilidad trepó 10,3 puntos porcentuales (de 30,1% a 40,4%). Como relativo consuelo, el pesimismo se mantiene por debajo del pico de la serie registrado en septiembre de 2020 (gráfico abajo).

Finalmente, en el caso de la provincia de Córdoba, la última medición de la consultora Pulso Social reportó que 2 de cada 3 cordobeses creen que la economía en diciembre de este año estará peor que ahora, mientras que 16% espera una mejora y casi la misma proporción cree que seguirá igual (gráfico abajo).

Así las cosas, habrá que esperar el trámite legislativo del proyecto para ver si una modificación en Ganancias impacta de manera virtuosa en las expectativas socioeconómicas, una variable que sin duda será clave en la elección de medio término de este año.