La segunda ola de Covid-19 en las encuestas nacionales y distritales
Nuestro país ya atraviesa claramente la segunda ola de la pandemia del Covid-19. Por fuera de los datos duros de vacunación, contagios y decesos, ¿qué arrojan las últimas encuestas al respecto? Lo primero a tener en cuenta es que el coronavirus ya no es el principal problema percibido, como lo fue en varios meses durante el 2020. Según la encuesta más reciente de Clivajes Consultores, ahora se registra un empate técnico por el primer lugar entre la inflación (22,3% de las respuestas) y el desempleo (20,1%). El segundo lugar también aparece muy disputado, en este caso por la inseguridad (16,1%), la pobreza (14,6%) y la corrupción (14,4%). Recién en tercer término aparece la pandemia, con 10,3%; 2,2% ns/nc (gráfico arriba).
Con matices, la encuesta más reciente de Analogías Consultora muestra algo similar: inflación + desempleo rozan el 44% de las menciones, mientras que la situación sanitaria alcanza 26,5% (gráfico arriba). Así, en la actual coyuntura los problemas socioeconómicos aventajan a los sanitarios a la hora de fijar prioridades. Eso no quiere decir que los segundos no tengan un peso fuerte, ya que en los estudios donde el encuestado no está obligado a optar por uno u otro aspecto la respuesta que predomina es “ambas cosas por igual” con 60%, según surge el último estudio de la consultora Opinaia (gráfico abajo).
El gobierno nacional dictó el pasado jueves 8 de abril un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que dispone hasta fines de abril una serie de restricciones para frenar los contagios. ¿Cómo estaba el consenso social al momento de arrancar esta nueva fase? Antes del DNU se conocieron tres encuestas nacionales relativamente comparables respecto de estos temas. Una de ellas fue realizada por Management & Fit y arroja que 59,2% está dispuesto a cumplir con un confinamiento más estricto (muy + algo), mientras que casi 36,1% está poco o nada dispuesto; 4,6% ns/nc (gráfico abajo). Aquí, el saldo favorable es de 23,1 puntos porcentuales.
Otra medición comparable es la de Giacobbe & Asociados, según la cual casi 43% respetaría una fase 1 si el gobierno la implementara, mientras que 40,2% se pronunciaría en contrario; 17,1% ns/nc (gráfico abajo). En este caso, el saldo a favor se reduce a sólo 2,5 puntos porcentuales, un empate técnico.
Por su parte, al preguntar qué medidas debería tomar el gobierno ante una segunda ola, según la última encuesta de Opinaia el 29% se inclinó por volver a una cuarentena estricta como al principio de la pandemia, un 26% se decantó por aplicar un toque de queda (limitando actividades y la circulación por la noche), mientras que un 21% prefiere limitar sólo las actividades nocturnas, permitiendo la circulación (21%). Apenas 23% respondió nada en particular más allá de mantener el distanciamiento. Así, aunque cada encuesta sondea situaciones distintas, un promedio de esas tres investigaciones nacionales permite aproximarnos al consenso social preexistente: el acuerdo o predisposición a acatar las nuevas medidas rondaría el 56%, mientras que el desacuerdo o falta de disposición a acompañarlas oscilaría en torno al 33%, con casi 13% de ns/nc.
Ese 56% de acompañamiento casi coincide con el promedio de valoración del plan de vacunación según las últimas seis encuestas nacionales: 57,4% lo califica de manera positiva y casi 39% opina negativamente. Eso ubica el último estudio de Acierto Consultora como el más representativo de la serie reciente en esa variable, con casi 59% de valoración favorable vs 41,4% de opinión desfavorable (gráfico arriba).
Ese 56% de acompañamiento se ubica en el orden de magnitud de la valoración positiva de la gestión de la pandemia por parte del gobierno nacional en las últimas 10 encuestas nacionales, mientras que un 45% la califica de manera negativa. Eso posiciona al último estudio de Opinaia como el más representativo de la serie reciente (gráfico arriba).
En síntesis, el consenso social preexistente a la estrategia definida por el gobierno nacional en esta segunda ola del Covid-19 está lejos de los niveles récord de hace un año, pero aun así se ubica en niveles entre el 50% y el 60% en el conjunto de las variables relevantes. Con todo, hay matices territoriales importantes. Una encuesta del equipo de investigación SocPol (del Instituto de Economía y Sociedad en la Argentina Contemporánea, Universidad Nacional de Quilmes) a fines de febrero pasado en provincia de Buenos Aires (PBA) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) arrojó que un 90% de los residentes en ese conglomerado respetarían restricciones ante una segunda ola del coronavirus (55% estaría de acuerdo y las respetaría + 35% que no estaría de acuerdo pero las respetaría), vs apenas 10% que no lo haría (gráfico arriba). Por otro lado, la primera encuesta realizada luego del DNU por Proyección Consultores en el mismo conglomerado detectó que 64,2% de los adultos mayores de 16 años acuerda con volver a una fase más restrictiva, mientras que 34% no acuerda; 1,7% ns/nc (gráfico abajo).
Así, un promedio de ambos estudios en CABA + PBA (conglomerado que agrupa a 45% del electorado nacional) arroja un acompañamiento del 77% a nuevas restricciones ante la segunda ola del Covid-19, vs un disenso del 22%. En cambio, la última medición realizada por consultora Delfos a fines de febrero reportó que casi 48% de los electores cordobeses prefería mantener la actividad sin modificaciones, contra 41% que se inclinaba por implementar restricciones (27% a favor de un estado de sitio sanitario + 14% partidario de una cuarentena estricta); 11% ns/nc (gráfico abajo).