Me tocó estudiar Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de Córdoba en el año 1982. Estábamos todavía en dictadura y durante el cursado (era anual) escuchábamos, con una buena dosis de perplejidad, al docente hablar y explicarnos sobre los derechos constitucionales y una Constitución que no tenía vigencia. 

Las anécdotas de ese curso -como les habrá sucedido a casi todas las personas queNos  estudiaron en aquellos tiempos la materia- son casi infinitas. Cuento sólo una: un profesor de la materia organizó, ese año, una visita “constitucional” a la ciudad de Buenos Aires. Pese a que no era mi curso tuve la oportunidad de sumarme y participé en la misma. 

Nos recibieron en el cuarto piso de la calle Talcahuano, en la Corte Suprema de Justicia de la Nacion, tuvimos una clase en la Facultad de Derecho de la UBA con Germán Bidart Campos y fuimos al Congreso de la Nación. 
Nos sentamos en la Cámara de Diputados en las bancas y la guía nos explicaba, con lujo de detalles, todo el procedimiento de formación y sanción de las leyes poniéndo énfasis en la distinción entre cámara de origen y camara revisora, etc. etc. Realismo mágico, tragicomedia constitucional, surrealismo jurídico: no sé como llamarlo pero seguramente hay muchas opciones y alternativas. 

No sé las razones exactas y seguramente no hay una sola pero ese viaje determinó, en buena medida, mi clara inclinación por el estudio del derecho constitucional y más adelante por la especialización fundamentalmente en el campo de los derechos humanos. 

En el año 1985, ya graduado en Derecho, empecé mi formación profesional y desde el año 1990, después de ganar un concurso el año anterior, soy docente de la materia en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba y en muchos otros establecimientos educativos en Argentina y en el extranjero. 

He leído y estudiado mucho la materia, he visto pasar gobiernos, jueces y juezas, leyes, sentencias, manuales y tratados y no voy a negar que la creatividad de juristas, en particular de quiénes se dedican al derecho constitucional, es grande, amplia, frondosa y por eso muchas veces he sentido que estaba enseñando aspectos tragicómicos que sucedían en la realidad institucional argentina.

No voy a recordarlos a todos (sería necesario escribir un tratado de muchos volúmenes) pero seguramente recuerdo con estupor una muy especial con semejanzas a lo de ahora, que se dió un 14 de diciembre cuando el presidente Macri apenas asumido, año 2015, intentó designar a dos jueces de la Corte Suprema por decreto. Escribimos con Horacio Etchichury al respecto (1).

Hoy el presidente Milei, en circunstancias aún más problemáticas (2), ha designado a dos jueces de la Corte Suprema por decreto usando argumentos que uno pensaba que no se iban a volver a escuchar. Me hizo acordar a aquellos comienzos que relaté al iniciar este artículo. 

¿Se puede decir cualquier cosa? El gobierno lo dice en el decreto. Y hay juristas que avalan esto y, lo que es peor, jueces que acuerdan entrar a la Corte “para hacer cumplir la Constitución” violándola desde su misma forma de acceso. 

¿Mi edad y mi hartazgo justifican que en vez de ponerme a escribir para refutar este horror jurídico me decida a seguir enfrasacado en el fantástico libro que estoy leyendo de Nino Haratischwili, La Octava Vida? Creo que no y al menos habría que salir a la calle a protestar la violación abyecta del derecho y la Constitución. 

Claro, hay mucha gente que está razonablemente preocupada por poder llevar comida a su hogar esta noche para la cena… sin embargo, decisiones como esta ponen en serio riesgo el Estado de Derecho y constitucional, los derechos constitucionales y humanos y eso es muy grave. 

¿Volveremos a enseñar derecho constitucional como en el 1982? No lo haré, pero es de esperar que haya una reacción importante que exija que lo institucional se mueva por carriles democráticos de respeto de la ley, el derecho y la Constitución.

1 Andrés Rossetti y Horacio Etchichury Siete días después: ¿golpe institucional o mero cumplimiento de la Constitución? En Comercio y Justicia, 21 de diciembre del 2015. Link: https://comercioyjusticia.info/opinion/siete-dias-despues-golpe-institucional-o-mero-cumplimiento-de-la-constitucion/ 

2 Algo dijimos ya con Julieta Cena y Horacio Etchichury en Candidaturas peligrosas: el futuro de la Corte Suprema en juego En Comercio y Justicia, 20 de Agosto del 2024. Link: https://comercioyjusticia.info/opinion/candidaturas-peligrosas-el-futuro-de-la-corte-suprema-en-juego/ Hoy, entre los varios textos que pueden leerse sobre el tema, ver Roberto Gargarella Contra la Constitución, contra la democracia en El Diario AR, 26 de Febrero del 2025, Link: https://www.eldiarioar.com/opinion/constitucion-democracia_129_12086371.html