En el ¿ocaso? de su carrera política, Juan Schiaretti optó por una consigna curiosa: Levantemos Argentina. Más curioso fue el vicepresidente que eligió para su fórmula: Florencio Randazzo, que este domingo, después de idas y vueltas, confirmó que estará en Córdoba junto a Schiaretti.

De entre las lecturas que se hicieron sobre el lance final del gobernador, quedó especialmente el humor punzante de Jorge Asís: “Estaba para dar las hurras en un partido homenaje como el de Riquelme en Boca pero pelea por la presidencia”

Con tres períodos no consecutivos al mando de la provincia, Schiaretti es un nombre propio en la cronología de la democracia. Estaba para el partido homenaje pero fue acomodando la nave a todas las coyunturas (¿alguien se acuerda de Urtubey?). 

Alrededor de las 20 horas -sin datos oficiales- se comenzó a hablar de una "muy buena" elección de Javier Milei en Córdoba. Foto: Satoshi Higa / Redacción Cba24n.

Si pasa sin sobresaltos -como se espera en la previa- el 1,5 por ciento de los votos emitidos válidos, su botín será un número (quizás pequeño) pero también un componente simbólico: en un eventual ballotage que involucre a Larreta, el apoyo expreso del cordobés podría definir indecisos, más si se piensa que la bendición llega desde la “Jerusalem de Juntos por el Cambio”, como la definió Rodrigo de Loredo (¿estará el yerno de Oscar Aguad en algún búnker?).

Volvamos a Schiaretti. “Cambio de estrategia” lo han denominado desde el equipo de campaña de Schiaretti-Randazzo. Cuando se conozcan los porcentajes finales de las PASO, allí se verá si los votos cosechados por Hacemos por Nuestro País tienen más peso en una posible negociación con Sergio Massa o en una con Horacio Rodríguez Larreta. Lo bueno del “cambio de estrategia” es que siempre habilita otro nuevo “cambio de estrategia”.

Foto: Satoshi Higa / Redacción Cba24n.

Alejandra Vigo advirtió que el “schiarettismo” no está muerto. La esposa de Juan dijo que trabajará hasta el final de su mandato como senadora nacional, que coincide en el calendario con el término del mandato que Martín Llaryora asumirá el próximo 10 de diciembre. Mensajes entrelíneas para quienes dicen que se ha abierto una etapa “totalmente nueva” en el peronismo de estos lares. Las tramas y posiciones de poder creadas por Schiaretti se extienden, naturalmente, más allá del ejercicio formal. Y más allá de su propia voluntad.

Después de ganar la Copa Libertadores (las elecciones provinciales del 25 de junio) y el campeonato local (las municipales en Capital, el 23 de julio) el líder estaba para el partido despedida y la caminata descalzo por la grama. Impulsó en parte y abrió el juego para una nueva línea de dirigentes (¿serán en el futuro Llaryora y Passerini dos nombres propios en la cronología histórica?). Ahora el "Gringo" se juega a todo o nada.

PASO en Córdoba: el búnker de Hacemos por Nuestro País es el más importante de los montados en el interior. Foto: Satoshi Higa.

Se esperan, además de los primeros datos oficiales, develar una imagen más profunda. ¿Estará Juan Schiaretti en un rol formal o, por el contrario, operará y moverá posiciones por fuera de funciones oficiales? Por lo pronto, según escribe la colega Gabriela Origila desde LA NACIÓN, allegados al “Gringo” ven probable su desembarco como ministro de un potencial gabinete de Larreta. La rosca no termina. Recién empieza.

Randazzo finalmente llegó a Córdoba. En la foto que le tomó Satoshi Higa, el de Chivilcoy para estar pensando: ¿Qué opinará mamá? Un poco de humor, si se le puede llamar así, para semanas que perfilan inciertas.

Publicada 13/08 - 18.30 horas

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