El INDEC no para de darle malas noticias al Gobierno Nacional. La última pieza publicada hoy 25 de junio, es el Informe Técnico “Evolución de la distribución del ingreso (EPH), primer trimestre de 2024”.

El punto de partida de este informe es relevar el total de ingresos de toda la población para un dado período, en este caso el primer trimestre de 2024, que se constata en 31 aglomerados urbanos. El relevamiento permite ver como evoluciona el ingreso y como se distribuye entre los diferentes segmentos de la población. 

En este  relevamiento la suma total de ingresos para el total de la población de referencia fue de $6.915.757 millones, lo que significó un incremento de 198,4% en relación con igual trimestre de 2023”. 

Indice de Gini y desigualdad

Se define al coeficiente de Gini como indicador de la desigualdad en la distribución del ingreso. Adopa valores comprendidos entre 0 y 1. El valor 0 corresponde al caso de “igualdad absoluta de todos los ingresos”, es decir, se obtendría en el caso que todas las personas percibiesen el mismo ingreso. En el otro extremo, si el valor fuese 1, sería el caso máximo de desigualdad: todas las personas tienen ingreso 0 y una sola persona se lleva el total del ingreso distribuible.

Entre el primer trimestre de 2023 y el de 2024, la Argentina experimentó un marcado incremento en su coeficiente de Gini, que pasó de 0,446 a 0,467 puntos. El índice, utilizado globalmente para medir la desigualdad en la distribución de ingresos, indica que la brecha entre ricos y pobres se está ampliando.

Si bien el aumento de 0,021 puntos puede parecer pequeño en términos de impacto social y económico es muy significativo. Este cambio implica que los ingresos en Argentina se están distribuyendo de manera cada vez más desigual.

La desigualdad es la más alta desde que se comenzó a medir la serie luego del "apagón" del INDEC en 2016. Gráfica: Reporte citado
La desigualdad es la más alta desde que se comenzó a medir la serie luego del "apagón" del INDEC en 2016. Gráfica: Reporte citado

Además, los números demuestran que el índice está en el valor más alto de los últimos ocho años, lo que implica que el nivel de desigualdad no tiene precedentes al menos desde el segundo trimestre de 2016. Es difícil la comparación a los períodos previos porque durante el “apagón” del INDEC se reajustaron las estadísticas generales; en tal sentido, desde 2016, el índice tuvo sus mejores valores en 2022 y desde la mitad de 2023 viene deteriorándose.

Opinión de los expertos

El crecimiento de la desigualdad no sorprende a los analistas. “Hay una tendencia que no es buena y se da en un contexto en el que la economía se deteriora. Hay más trabajadores informales, ingresos más bajos de parte de la población de menor calificación y también de parte de la población formal. Hay un deterioro del mercado laboral, lo que afecta seriamente a los niveles de desigualdad”, explicó Juan Luis Bour, economista especialista del mercado laboral y director de FIEL a Infobae.

“No sorprende esta evolución cuando se ve tan marcada pérdida del poder adquisitivo. No hay que olvidar además que en los ingresos están comprendidas las jubilaciones, que también se vienen deteriorando en los últimos años”, agregó.

Se agranda la brecha

De acuerdo con esta medición la brecha que existe entre los que menos ganan y los que mayor ingreso tienen, se incrementó de forma considerable.

En detalle, en el primer trimestre de 2023 el sector de la población de mayores ingresos ganaba 19 veces lo que percibe el segmento más pobre. Hoy, la diferencia es de 23 veces. Eso quiere decir que, por cada peso que ganan las familias de menores ingresos, los hogares más ricos ganan $23.

También aumentó la brecha de ingresos según el género de la población. El reporte señala que los varones ganaron en el primer trimestre de este año un 27,4% más que las mujeres (en promedio). Un año atrás, en los primeros tres meses de 2023, la brecha era del 24,2%.