Después de muchas idas y vueltas, de versiones y negociaciones, la oposición dialoguista y el gobierno nacional parecen haber alcanzado un acuerdo lo suficientemente sólido como para permitir que el jueves próximo la tan mentada Ley Bases se convierta en Ley.

El que se apresuró a celebrarlo con un posteo en la red “X” fue el diputado por Córdoba, Gabriel Bornoroni.

Lo cierto es que el ejecutivo nacional y los bloques de oposición negociadora alcanzaron esta tarde un acuerdo  por el que se comprometieron a que la Cámara de Diputados acepte las modificaciones que introdujo el Senado al proyecto de Ley Bases hace dos semanas. 

X de Gabriel Bornoroni

Este acuerdo se cristalizó este mediodía, en una reunión entre el vicejefe de Gabinete, José Rolandi; la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal Murphy, y los representantes de los bloques de Pro, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. 

Luego, este acuerdo se plasmó en un dictamen de mayoría firmado en las comisiones de Legislación General y Presupuesto: el texto obtuvo 66 firmas. Los bloques de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda no firmaron dictamen, como tampoco la socialista Mónica Fein.

La intención del oficialismo es llevar este dictamen al recinto de la Cámara baja pasado mañana. Para ello convocó a una sesión especial a las 12. Entre los cambios que vienen del senado, figura la exclusión de Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA) de la nómina de empresas públicas a ser privatizadas.

Estas exclusiones siguen siendo motivo de diferencias entre los bloques: la bancada de Pro firmará el dictamen en disidencia por considerar que esas tres compañías deberían pasar a manos privadas.

Con idénticos argumentos, un puñado de diputados radicales también firmaron el dictamen en disidencia, aunque la mayoría de la bancada, en el recinto, avalará lo que votó el Senado en este punto. 

Debe recordarse, para tener una idea más precisa del nivel de crisis y contradicción que habita hoy al centenario partido, que la exclusión de estas tres empresas de la nómina de privatizaciones fue un requerimiento de los senadores radicales al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien no tuvo más remedio que aceptar. 
Apenas el proyecto retornó a la Cámara de Diputados, el jefe de la bancada radical Rodrigo De Loredo, en línea con Francos, pretendieron desconocer lo acordado en el Senado.

Está también planteado el problema del alcance que los diputados pueden darle al proyecto que regresa desde el Senado. Miguel Pichetto y Nicolás Massot, de la bancada Hacemos Coalición Federal, sostienen que la Cámara de Diputados no tiene facultades para insistir en la privatización de estas tres empresas porque el oficialismo del Senado decidió retirarlo del tratamiento antes de la votación en general.

Desde la Coalición Cívica, el diputado Juan López anticipó que su bancada también firmará en disidencia el dictamen. “Estamos frente a un proyecto que tiene dos media sanciones; los diputados aquí presentes tenemos que optar entre una de las dos alternativas. Aún con nuestras críticas, creemos que algunas de las modificaciones que introdujo el Senado son razonables, como el acotamiento al régimen de incentivos a las grandes inversiones, el RIGI. Nosotros desde un principio votamos en contra de la delegación de facultades al Poder Ejecutivo, es por eso que vamos a firmar este dictamen en disidencia.”

Los representantes de Unión por la Patria, encabezados por Germán Martínez, expresaron su rechazo al proyecto de Ley Bases y las modificaciones incorporadas por el Senado y además auguraron que el paquete de reformas fiscales –de sancionarse este jueves– terminará judicializado por sus “vicios inconstitucionales”.

“Esta ley fue hecha a medida de un puñado de sectores económicos que se ven favorecidos por la discrecionalidad contenida en muchos de sus artículos. Una ley absolutamente viciada y arbitraria, con una enorme cantidad de visos de inconstitucionalidad por lo que seguramente su contenido será llevado a tribunales”, advirtió Martínez.

Así las cosas, el jueves volverán a confrontar, esta vez con menos suspenso que en las anteriores sesiones: a menos que haya algún movimiento extraño en el bloque radical, el proyecto debería pasar su último obstáculo para convertirse en Ley.