Murió Néstor Astarita, figura entrañable del jazz y la percusión en Argentina
Tocó con todos: desde Oscar Alemán, a quien conoció en los bailes de fines de la década del 50, a Hermeto Pascoal y Dizzy Gillespie. Su pulso se encuentra en casi todo el jazz grabado por argentinos, como por ejemplo el último trabajo discográfico de Gato Barbieri. Tenía 85 años.
“Hace un rato, 17 horas del 14 de mayo, falleció nuestro querido amigo Néstor Astarita, legendario baterista de los gloriosos inicios del jazz argentino. Gran compañero, soñador de nobles proyectos. Tocador de tocadores”.
La despedida de Litto Nebbia a su amigo y compañero en distintas aventuras. Astarita (Buenos Aires, 21 de septiembre de 1938) y Nebbia, junto a Jorge “Negro” González en contrabajo, conformaron un trío que grabó, entre otros discos muy valorados, Muerte en la catedral (1973) y Melopea (1974).
Astarita, de ascendencia napolitana, se deslumbró en su infancia con el baile, el ritmo y la gracia incontenible de Fred Astaire. Desde ese momento, contó, la música fue imponiéndose en el rumbo de sus decisiones.
Distinguía entre “baterista que toca la batería” del “baterista que toca la música”; el contraste, sin dudas, aludía a lo inefable del placer que da la música y el interés por la melodía, aunque a veces, la melodía, “me lleva al carajo”.
"Todo el elogio técnico y creativo que podamos hacerle está registrado en su larga y variada discografía, siempre tocando con grandes del jazz, como Gato Barbieri, Baby López Furst, Enrico Rava o el legendario Enrique “Mono” Villegas, pero más significativo resulta su participación como compañero grupal. Un ser humano cariñoso, de una lealtad inquebrantable, se ha marchado hoy a otros pagos”, agregó Nebbia al cierre del último martes en su cuenta de Facebook.
Volviendo a los discos, un extracto de 1998, en ocasión de una nueva edición del nombrado Melopea, firmado por Nebbia: “Era inusual para esos tiempos que se mezclaran músicos de distinta generación y géneros. Nos unía un sentimiento para la música hecha con el corazón y el rasgo de la originalidad”.
Apreciado por sus colegas, y acostumbrado a formar agrupaciones con músicos de nuevas generaciones, Astarita se mantuvo en actividad profesional hasta los últimos años
En 2018, para celebrar sus 80 años, el sello Melopea lanzó una edición discográfica con algunos de sus mejores registros históricos. Enrico Rava, Mono Villegas, Litto Nebbia, Baby López Furst y Jorge Anders están entre los músicos que forman parte del disco.
En los años 60 fundó el mítico Jazz & Pop, famoso extrarradio por sus jams, local situado en el barrio de San Telmo, ciudad de Buenos Aires, por donde pasaron figuras como Lionel Hampton, Duke Ellington, Ella Fitzgerald, Dizzy Gillespie, Coleman Hawkins, Harry James, Stan Getz o Hermeto Pascoal. Las veladas, cuentan, comenzaban a las 22.30 y terminaban raspando el amanecer.
Fue baterista del trío de Baby López Furst, una formación insoslayable cuando se piensa en el sonido del jazz hecho en estas pampas. Sobresale especialmente el intitulado “Jazz argentino” (1964). “Baby nunca equivocó una nota. Jamás tocó mal. Ni el piano, ni la guitarra ni el contrabajo. Era perfecto, y quizá por eso un día le explotó la cabeza”, recordaba Astarita en una entrevista.
El percusionista acompañó a Gato Barbieri cuando ambos eran jóvenes y tenían todo por delante. Volvieron a encontrarse para grabar el que sería el último disco de Barbieri: Nueva York Meeting, registrado en 2010 en New Jersey.
“Mientras lo mezclamos, Astarita no para de contarnos afectivas y jocosas situaciones ocurridas durante la grabación. Cosas de músicos. Cosas del corazón hechas para el corazón”, se lee el librito que acompaña el cedé de Nueva York Meeting, firmado, como una constante, por Nebbia.
Una linda manera de despedir al baterista que tocaba la música. Abajo, completo, New York Meeting (2010) de Gato Barbieri, Carlos Franzetti, David Finck y Néstor Astarita.
Disco completo
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