Se anticipaba una sesión que podía durar más de 20 horas, porque antes de tratar la agenda de proyectos, se preveían “ardientes” cuestiones de privilegio. Del lado de la oposición quieren discutir  (y sancionar) las visitas de diputados a los represores con fondos oficiales; del lado del oficialismo se preparaban para responder con repudios al ex presidente Alberto Fernández por la denuncia de su ex pareja y las elecciones en Venezuela.

Y a pesar de todas las triquiñuelas que intentó aplicar el presidente de la Cámara, Martín Menem, estirando para ver si llegaban los que le faltaban, nunca se juntaron los 129 diputados y diputadas que se requieren para dar quórum (juntó solo 114). Ya se sabe, la oposición “dura” se queda esperando en los pasillos y no ingresan hasta que el oficialismo no reúne el número.

Los diputados de Hacemos Coalición Federal (HCF) cantaron “ausente” para enviar un mensaje a Milei: los acuerdos que se hacen, se respetan o se paga las consecuencias de tener un bloque ultra minoritario en la Cámara de Diputados.

Por si el “mensaje” no se comprendía, el bloque pichetista armó un comunicado señalando que no participaron de la reunión porque “no iban a ser funcionales a discutir la agenda identitaria de los extremos del arco político”. En castellano básico, se trata de que las agendas surjan por consenso y que, una vez establecidas, se respete lo que se acordó en la máxima expresión de la rosca de la cámara baja: la comisión de Labor Parlamentaria.

Más allá de los formalismos del comunicado, fuera de micrófono, los pichetistas dicen que “no hay acuerdos y cuando los logramos ellos no los respetan. Estamos cansados de cerrar con Menem cosas que después no se cumplen, como lo que sucedió en la conformación de las comisiones bicamerales”, agregó la fuente.

Pichetto participó de Labor Parlamentaria y fue uno de los primeros en retirarse, en silencio. No anticipó que no darían cuorum, para que se sintiese el golpe: la falta de manejo y la debilidad de Martín Menem quedaron sonoramente expuestas.

En cualquier caso, más allá del golpe de efecto, el retaceo en los apoyos al oficialismo es algo que venía madurando. Hace rato que el bloque HCF se queja de las marchas y contramarchas del oficialismo y, probablemente, dejar a Emilio Monzó afuera de una bicameral sensible fue la gota que rebalsó el vaso.

Manifestaciones en minoría

Ante la falta de quórum, la Cámara baja realizó una sesión con expresiones en minoría.

Durante las expresiones en minoría, el diputado Santiago Pauli (LLA) lamentó que no se haya realizada la sesión, al aseverar:  “Los que no dan quórum hoy son cómplices de lo que pasa en Venezuela”.

Desde el bloque Pro, el diputado Hernán Lombardi, cuestionó la falta de quorum reglamentario para tratar "muchas cuestiones especiales como el repudio al fraude electoral en Venezuela”.

Por otra parte, el diputado Christian Castillo (FIT) y su par Cecilia Moreau (UxP) criticaron la visita de un grupo de diputados oficialista a los represores.

En tanto, la diputada Mónica Frade (CC) indicó que "la sociedad espera que resolvamos cosas que no hemos resuelto al no tener sesión", y en ese sentido, señaló: “Por un lado tenemos el fraude en Venezuela y por otro, el negacionismo de lo que hizo la dictadura en este país”.