Bolsonaro, el gran ausente en el pase de mando
El presidente saliente de Brasil está en los Estados Unidos y no participa en la toma de posesión de Lula da Silva. Después de las recomendaciones por parte de sus asesores para que esté fuera del país durante el traspaso, Bolsonaro dijo que tiene la intención de “descansar un mes o dos” en Florida. Incierto panorama judicial y político para el excapitán del Ejército.
El presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, no entrega la banda presidencial a Luiz Inácio Lula da Silva este 1 de enero: además está fuera del país, en los Estados Unidos y, según trascendidos, podría pasar algunos días en el condominio Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, propiedad del expresidente Donald Trump.
Según publicó el portal de noticias Oul, Bolsonaro había confesado a sus amigos cercanos que pasaría algunos días junto al expresidente Trump, su principal socio externo a lo largo de su mandato en el Palacio del Planalto.
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Trump y Bolsonaro, de buena relación durante sus presidencias, cenaron en Mar-a-Lago en marzo de 2020, durante una visita oficial del mandatario brasileño a los Estados Unidos, cuando la pandemia de coronavirus recién comenzaba.
El expresidente estadounidense no pierde sus esperanzas de volver a ser candidato por el Partido Republicano para las presidenciales de 2024, pese a haber sufrido un duro revés en las elecciones de medio término el pasado 8 de noviembre. El futuro político de Bolsonaro es todavía más incierto, y es posible que tenga que afrontar diversas denuncias de índole institucional tras su paso por el Ejecutivo.
El Supremo Tribunal Federal investiga al mandatario saliente bajo sospecha de difundir mentiras acerca de temas tan diversos como las vacunas contra el covid-19 y la difamación de figuras del PT. .
A partir del 1 de enero, Bolsonaro ya no goza de la inmunidad que tienen los gobernantes en funciones y podría ser el centro de nuevas investigaciones en tribunales inferiores.
Trump se ha mantenido en la primera fila política, expectante de poder dar nuevamente el salto para presentar su candidatura para 2024. Otro de los episodios que enturbian la imagen de Trump tiene que ver con incautación de documentos clasificados que se llevó precisamente a Mar-a-Lago, tras abandonar la Casa Blanca, y por los que los referentes de su propio partido también lo han criticado.
Los medios de Brasil no han confirmado si Bolsonaro se quedará en la residencia de Trump o en otra casa de la propiedad. La confirmación final de que Bolsonaro dejaba Brasil antes de la ceremonia de traspaso llegó recién con el avión despegando de la pista de Brasilia, el pasado viernes.
"El mundo no se acabará el 1 de enero. Tenemos un gran futuro por delante. Se pierden batallas, pero no perderemos guerras", expresó Bolsonaro durante una transmisión en vivo a través de sus redes sociales, la primera que realiza desde la elección que perdió el ballotage. Después del “live”, fue directo al aeropuerto de Brasilia, desde donde despegó en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña hacia los Estados Unidos.
El objetivo inicial de Lula para el 1 de enero era asegurar la participación de todos los mandatarios de América del Sur, simbolizando el regreso de Brasil a un lugar de liderazgo indudable en la región
Bolsonaro recibió el 49,1% de los votos en los comicios presidenciales, lo que alimentó la posibilidad de que pudiera decidir postularse para un segundo período en 2026. Su grupo de legisladores serán, sin dudas, la principal y más férrea oposición al PT en el Congreso Nacional.
Producto de la decisión de Bolsonaro, no se realiza el acto tradicional de pasar la faja del presidente saliente a la persona que asume el Ejecutivo. Los analistas políticos de Brasil estiman que Bolsonaro trabajará durante todo 2023 activamente en la oposición y que buscará polarizar nuevamente el escenario político.
Además del hambre y la economía, Lula deberá lidiar con el extremismo interno en un país caldeado.
Fuente Agencias ANSA y DPA
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