Bolsonaristas invadieron el Congreso, la Presidencia y el Supremo
Continúan con su "reclamo" por una intervención militar para derrocar al presidente Lula da Silva, quien asumió el poder hace una semana con el apoyo de gran parte de la sociedad civil y el poder político.
Miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieron este domingo las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, en el distrito federal. Los manifestantes coparon Brasilia, exigiendo una intervención militar para derrocar a Luiz Inácio Lula da Silva, quien tomó posesión hace una semana, en una ceremonia histórica.
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Los manifestantes llegaron al corazón del poder en la capital de Brasil desde el Cuartel General del Ejército, ubicado a una distancia de nueve kilómetros, donde estaban hasta el momento acampando. Los bolsonaristas superaron las barreras policiales para asaltar las sedes del legislativo y del Poder Judicial. También lograron asaltar la Presidencia.
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En un gesto puramente antidemocrático, los extremistas de derecha se niegan a aceptar la victoria de Lula da Silva en las elecciones del pasado octubre, cuando se impuso ante Bolsonaro por una diferencia de dos millones de votos. El asalto a Brasilia supone el primer obstáculo para el presidente que lleva al mando apenas una semana.
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En su discurso de toma de mando del pasado domingo, Lula da Silva dijo que no tolerará desórdenes y que al terror contestará con las leyes y sus “más graves consecuencias”
El flamante ministro de Justicia, Flavio Dino, era desde el principio partidario de recurrir a la fuerza si los manifestantes no se disperasaban. Por otro lado, el titular de Defensa, José Múcio, abogaba por evitar la confrontación. En la cobertura especial realizada por este medio el día de la asunción presidencial manifestábamos que uno de los principales desafíos del gobierno entrante sería encontrar una solución política a la violencia interna y los excesos de la ultraderecha.
A las cinco de la tarde (hora de Brasil), la Policía recuperó el control de la sede del Tribunal Supremo aunque algunos manifestantes seguían en las Cámaras del Congreso y en el Palacio del Planalto.
El asalto de Brasilia recuerda lo sucedido en el Capitolio de Estados Unidos, hace dos años. Bolsonaro está en Estados Unidos, en Orlando, Florida, a donde viajó dos días antes de la toma de posesión de Lula para no tener que darle en persona la faja presidencial y evitar posibles requerimientos de la Justicia de su país.
Ventanas y vidrios rotos, mobiliario destrozado, personas encapuchadas por los pasillos de las principales instituciones del país: panorama similar a la toma del Capitolio de los Estados Unidos. Se informó de la detención de más de 150 personas.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, expresó a través de Twitter: “Este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá. El Gobierno del Distrito Federal asegura que habrá refuerzos. Y las fuerzas a nuestra disposición están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia”. Distintos gobernadores han condenado los actos antidemocráticos del bolsonarismo.
Fue Dino precisamente quien el sábado pasado autorizara la actuación de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de élite de los cuerpos de Policía de todo el país, que se moviliza para misiones especiales.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, quien fue uno de los líderes presentes en la ceremonia de asunción de Lula da Silva, salió rápidamente a repudiar los hechos.
Otro de los líderes que se manifestó con rapidez fue Gabriel Boric, presidente de Chile: “Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas. El gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia”.
Algunos manifestantes llegaron hasta la tercera planta del Palacio de Plananto, donde despachan los presidentes de la República. Y algunos de ellos se han enfrentado a la policía legislativa con palos.
Detenidos
Al menos 150 seguidores de Jair Bolsonaro fueron arrestados después de la invasión y saqueo de los edificios de los tres poderes del Estado, en Brasilia, informó la agencia AFP.
CNN Brasil mostró imágenes de bolsonaristas vestidos de amarillo y verde bajar la rampa del Palacio presidencial de Planalto en fila, con las manos a la espalda, flanqueados por policías.
Por su parte, la Policía del Senado informó que había arrestado a 30 personas dentro del Congreso. Pasadas las 19 horas, la fuerza pública parecía retomar progresivamente el control de la situación, manteniendo a raya a manifestantes con agua lanzada desde tanquetas, aunque decenas de seguidores del expresidente seguían en las calles.